Siento como empiezan
palabras que no acaban
que paran en tu cara,
cara que acariciaban.
Un fingir que me temía
un miedo a la poesía,
a deshacerme en versos,
mis versos y melodías.
Desnuda el agua me viste
y cae lenta, tan triste,
que no repara en tus ojos,
ojos que impone y resiste.
Lentamente y sin fuerza
mi mano busca y abraza
susurro nuestro camino,
camino que no se traza.
Alzo piedras con olores,
veo nacer unas flores,
acabo aquí mis palabras,
palabras de mil colores.
Música, gritos, derroche,
lunas, golpes, reproche.
Así continúo un desahogo
que ahogo noche tras noche.