TEORÍAS RELATIVAS

En ocasiones, vivir tu vida a través de la mirada de otras personas es la única salida que podemos darnos para vivir más de una en el mismo instante, para estirar el tiempo que vorazmente nos acecha. Si ya es terrible entender que la nuestra difiere ante nuestros ojos en función del momento en el que nos enfrentamos a ella, imaginar las miles de vidas de otros que a su vez están repletas de momentos irrepetibles nos deja sumergidos en un vórtice hambriento de condiciones.

Mi frente se topa con el cristal de la ventana de un autobús, un tren, un coche… el tiempo se relativiza cuando a mi velocidad atravieso las vidas de otros. Ya sean las fachadas de sus casas, los letreros de sus trabajos, sus encuentros en las calles, caminantes hacia sitios, quietantes de otros lugares.

Para mí los demás son lo que yo soy, dentro de mi complejidad, para ellos. Nadie. Individuos. En frío podría incluso decir que esas personas son el decorado que humaniza mi trayecto. La gente que no realiza esta reflexión probablemente espere de la vida algo más, recurra a algún tipo de divinidad para entender la supremacía de ésta. Un pensamiento que no hace más que infravalorar aquello que en realidad la vida nos propone, apenas perceptible si no nos ayudamos de otras personas para verlo.

Y ya nos detenemos. Todos. Compuestos. En caliente, espectadores de momentos que entran en contacto aleatorio creando infinitos microuniversos complejos. Donde el tiempo no está resuelto a falta de días que avalen la historia que se genera. Intransferible. Incomprensible. Irrepetible. Porque aquí uno más uno solo es un dos relativo en el encuentro.

Paul Thurlby album cover

Paul Thurlby album cover