Gravity

Director: Alfonso Cuarón. Distribuidora: Warner.

Afinando mi paseo por el cine adulto de nuestra cartelera, turno para Gravity. Un thriller que muchos de vosotros habéis visto incluso hasta dos veces desde que se estrenara el 4 de Octubre, lectura extraída de las cifras que siguen aumentando, cumpliendo toda expectativa tras el exitoso lanzamiento de su teaser tráiler, el cual invitaba a descubrir que se escondía detrás del fatídico accidente que sufren nuestros protagonistas.

Gravitiy nos transporta a un mundo de sensaciones desconocidas, en un entorno inhóspito para nosotros los terrícolas. Y lo hace enseñándonos a detalle lo que puede implicar estar allá arriba de la mano de la astronauta novata Ryan (Sandra Bullock) y el experto Matt (George Clooney), y el contraste que la experiencia de ambos nos plantea.

El inmenso silencio, la reacción del cuerpo tras días en gravedad cero, la gran distancia que les separa de casa, el miedo al espacio abierto, sobrevivir en un entorno donde no hay oportunidad para la vida… son algunos de los temas físicos y existencialistas que se tratan en la película gracias a, en mi opinión, una brillante interpretación de Sandra Bullock.

De esta manera, y repleta de simbolismos visuales, Gravity realiza una crítica a la contaminación espacial que pone en peligro día tras día tanto a los que están allí arriba, como a nosotros, ignorantes de lo que pasa a tanta distancia. Miles de restos de satélites destruidos y de herramientas perdidas orbitan a gran velocidad por los confines del espacio sin que alguien haga nada por evitarlo. La NASA denomina este fenómeno “Sindrome de Kessler”.

Gravity supone 90 minutos de cine que invita a la reflexión puramente existencial, con apenas dialogo y dos únicos protagonistas. Una pieza tan espacial como especial, que sin duda, no deja indiferente.

 Recomendación: ver en IMAX o 3D y VOSE.

Una de mis escenas favoritas…

Una Cuestión de Tiempo (About Time)

Director: Richard Curtis. Distribuidora: Universal.

El viernes 18 de Octubre aterrizó discretamente en nuestras pantallas “Una Cuestión de Tiempo”, pasando desapercibida entre el torrente de cine adulto que coexiste en la cartelera. Sin embargo, hizo de mi elección del fin de semana, un éxito. About Time no es una comedia romántica, es una comedia curtisiana.

Richard Curtis vuelve a dirigir una secuela con aroma a Nothing Hill, comparable a mi parecer con el mismo Big Fish de Burton. El guión introduce una base irreal, los viajes en el tiempo, y lo hace tan sutilmente que dentro del contexto cotidiano parece algo normal, incluso pasando a ser una característica más de nuestro entrañable Tim (Domhnall Geeson), y los hombres de su familia. Como si no pudiera ser de otra manera.

Los objetivos de nuestro personaje son desearle el bien a sus seres querido y encontrar el amor para construir una familia como a la que pertenece, como hiciera en su día su padre, un mundo idílico para los suyos. En otras palabras, las aspiraciones de todo individuo que se preste. De esta manera, empatizamos desde el primer minuto deseando que todo le salga bien. Además, nuestro protagonista es divertido e impide con sus puntos de humor que la película caiga en clichés y valles desesperantes.

Mi intención era dejaros un pequeño resumen de la película pero encontré una sola línea que me servirá ya que se trata de un largometraje irreducible a párrafos, de esos que terminan dejándote una sonrisa en los labios sin que sepas con exactitud el motivo. La línea dice “My extraordinary, ordinary life…” Vive cada día de tu vida como si fuese el último.

 

 

 

Don’t Dead, Open Inside

A falta de nada para que podamos disfrutar del siguiente epsiodio de OchoQuince, os animo a que leáis el último número que sacó la revista. Un capítulo variado, sin valles, con nuevos personajes muy especiales.

Además os adelanto un fragmento de mi articulo que esta vez cierra el número. Un análisis personal de la mente de Carrie Mathison, protagonista de la serie Homeland. Espero que os guste tanto si seguís la serie como si no… Es un personaje fascinante.

Mi nombre no tiene importancia

Me encuentro ahora pensando en ella… observando este mar de azul intenso en medio de nada entre el continente nuevo y el viejo, creyendo que la entiendo. El mar, ahora compañero, está un tanto enfurecido y se revela constantemente contra las rocas, negras e inamovibles. El agua pasa a ser turquesa y a coronarse con una espuma tan blanca, tan furiosa… La piedra volcánica se queda en ocasiones impasible sintiendo como el agua la atraviesa inevitablemente, formando al otro lado pequeñas lagunas naturales de aguas tranquilas. Una lenta conquista del mar hacia la tierra. Como su mente, poderosa e invasiva. Más ahora que nunca, comprendo la paz de estos charquitos que están donde no deben a consecuencia de la bravura del mar. Ella, mi amiga indomable, que encuentra la paz como yo ahora, en estos preciosos accidentes naturales.