Still Garry

El presente en sí podría medirse en momentos reducidos, momentos simultáneos que configuran juntos el hoy de todos. Podría decirse que de los millones de momentitos que surgen ahora, solo un pequeño 1%, por ejemplo, sobrevive a través de nuestros recuerdos. Si los sumamos claro. En caso contrario, hablaríamos del 1% que yo recuerdo y que nadie ha vivido a través de mis ojos. El 1% del mundo… El 1% del 1%… la nada.

Una pequeña nada de momentitos visuales es la que persiste a través de aquello que tienen en común las noticias, la historia, los libros, el cine… la fotografía.

Los instantes afortunados que cuentan hoy aquellos días lo hacen gracias a la mirada oportuna de alguien que pasa de ser individual, a universal. Magia. Profesional o no, nadie es capaz de hacer la misma fotografía, así como nadie puede ver lo mismo que alguien.

Y en la fotografía hay biografías. Y luego está Garry Winogrand (GW).

Al igual que a Van Gogh, sus trabajos le sobrevivieron. A diferencia del mismo, a GW le supervivieron. Y es que él no viviría para ver muchas de sus fotografías reveladas haciendo de esta contemplación una intrusión a sus recuerdos. Con 54 años dejó tras de sí un sinfín de momentos atrapados en carretes carentes de voluntad.

Y más allá del trabajo exquisito que hiciera de su Norteamérica contemporánea, sus robados urbanos son el documento de una época que indirectamente hace de nosotros algo atemporal y aespacial.

Sólo por eso ya merecen la pena estas palabras.

GARRY WINOGRAND

FUNDACIÓN MAPFRE (Madrid)

Hasta el 3 de Mayo de 2015

Naturaleza Corpórea

Lo bueno dura poco y es que para poder disfrutar de las 30 instantáneas de Silvia Serena apenas tendrás que pensártelo.

Hasta el Domingo 7 de Septiembre la extensión Avam de Matadero recoge la colección de esta fotógrafa que te transportará en el momento a esos sitios escondidos en la mente de uno y que pocas personas pueden deshacerlos en palabras, mucho menos, decomponerlos en imágenes.

Silvia hace un recorrido naturalista aproximándose a nuestra realidad, la occidental del s.XXI. Urbanismo, relaciones, recuerdos, decisiones. Todo un espectáculo metafórico o como bien lo titula ella, «Naturaleza Corpórea».

Y desde aquí felicitarla por su trabajo. Tal vez pronto, fuente de inspiración.

naturaleza corporea 1

Artefactos alemanes I : Oh Boy!

Director: Jan Ole Gerster

Surtsey nos volvió a deleitar con otra de sus acertadas elecciones. Oh Boy! (2012, Alemania), como ya comenté en RRSS, es un viaje en tren de 24h que nos enseña que todo lo malo que nos ocurre podría solucionarse con un café. La mala suerte que parece acompañar a Niko (Tom Schilling) durante uno de sus tantos días por el Berlín de hoy, no es más que el triste reflejo de todos aquellos con los que se va encontrando en su camino. Situaciones dispares y  complicadas de nuestro día a día que rozando sutilmente lo absurdo consiguen provocar esa sonrisa de tierna comprensión por nuestro protagonista. Siendo él a su vez, un chico de veinte años que como muchos están perdidos en su generación. Y será en ese devenir buscando respuestas cuando verá que al parecer no es para tanto…

El rodaje en B/N y el jazz de su BSO terminarán de cerrar una puesta en escena urbana que trata de quitarse sus propias capas grises a través del contraste que genera la luz de sus diálogos. Tom Schilling está soberbio en su papel. No es de extrañar que pronto podamos verle en la producción norteamericana Woman in Gold (2015).

Para mí, no pudo tener un mejor estreno. Fue la película que lideró mi primera visita a Fescinal y la cuarta alemana que he podido disfrutar durante este mes en la gran pantalla. Y aunque muchos ya la habréis visto para otros como yo, sería una de las muchas en esa larga lista de pendientes. Ahora, el cine de verano de La Bombilla cuenta con ella en su programa haciéndonos más sencilla esa reducción de tareas tan bonitas.

Verpassen Sie es nicht!

 

Foto: MOT.  Cartel Oh Boy!  Exterior cine de verano La Bombilla.

Foto: MOT. Cartel Oh Boy!
Exterior cine de verano La Bombilla.

La mirada de Michelangelo… Antonioni

Título original:  «Lo sguardo di Michelangelo»

Director: Michelangelo Antonioni

El siguiente cortometraje de M. Antonioni, como director y protagonista, sintetiza en pocos minutos la máxima expresión del director italiano donde a través de un lenguaje poético y sensorial cada segundo cuenta. En nuestra mano está la pura contemplación de las tres miradas que plantea la pieza: un Antonioni presente que dirige su mirada al Moisés de Miguel Ángel y al resto del conjunto escultórico, la del mismo Antonioni como cineasta omnisciente y por último, la de las propias estatuas que estudian sin prisa la figura de nuestro protagonista.

La presente es una historia sencilla, sin diálogos, donde un hombre entra en una iglesia vacía, la contempla y se va. Una historia compleja si jugamos con los mensajes básicos que se ofrecen de partida pues Antonioni quedó paralizado y sin habla durante 13 años a consecuencia de un derrame cerebral. Gracias a la magia del cine sería capaz de protagonizar el preludio del fin de su carrera.

Como veréis, un formalismo lleno de significado que se percibe a través de unos fundidos a negro fugaces como si pestañease el mismísimo Moisés, picados y contrapicados, que nos incitan a ser  más ellos que nosotros mismos. El silencio juega el papel más importante otorgando a la escena la intimidad anunciada, serenidad… Se produce una suspensión temporal en la que vemos a un Antonioni tranquilo que se despide humildemente del magnífico Moisés, de lo bello, de lo sublime. Un detalle con cierta importancia reivindicativa, pues ahí queda latente la lucha del cine como expresión artística, plástica, que defiende ser en sí misma un arte y no un simple conglomerado del resto de ámbitos.

Y como todo gran artista, Antonioni nos regaló en los siguientes minutos nada menos que su autorretrato.

 

 …Darle las gracias desde aquí a Carlos Reviriego por el discurso y utilidad de sus palabras.

 

 

MA

ROMPENIEVES. LA APUESTA MÁS DELICADA DE BONG JOON – HO.

Desde que se paseara por nuestras pantallas The Host, allá en 2007, el aclamado director surcoreano Bong Joon – Ho vuelve a la gran pantalla con un film apocalíptico basado en el comic francés Le Transperceniege. La atracción que siente Joon – Ho por las situaciones extremistas explica su flechazo por un cómic donde un tren imparable transporta a los selectos supervivientes durante la nueva Edad de Hielo. De esta manera representa a su antojo, en un pequeño espacio, las diferencias entre clases.

Sin embargo, pese a estar justificado su gusto por lo extremo, el problema de las dinámicas sociales que nacen tras una destrucción total es el clásico telón de fondo de cualquier apocalipsis. Por tanto, toda escena que deriva de esta línea argumental te hace reflexionar o sentir algo que ya venimos pensando a través de otros títulos. Un argumento poco original que se desarrolla con el único fin de que la tercera clase, indignada y reprimida, se haga con el control y los privilegios de la primera.

Así mismo, la película nos ofrece una variedad de géneros a medida que se desarrolla. De este modo, de la mano de la ciencia ficción, vagón a vagón pasamos de drama a fantasía con toques de comedia, salpicados de mucha sangre, y todo, bajo el paraguas de la existencia humana y su ciclo vital como principio filosófico… Un vertiginoso viaje donde nosotros somos un pasajero más que descubre poco a poco los secretos de esos vagones precedentes, analogías perfectas del comportamiento humano más autodestructivo. A mi parecer, excesivos contrastes que no permiten el asentamiento de una idea más profunda en la mente del espectador.

Snowpiercer (Rompenieves) aterrizó con un estreno muy discreto en nuestro territorio pese a las posibilidades comerciales que planteaba el reparto. Una idea bastante acertada si es que quería evitar futuros remakes como pasaría con The Host. Éste lo encabeza un Chris Evans muy acostumbrado tanto a las frías temperaturas como a ser el héroe sin poderes, pues dentro del liderazgo que le otorga el papel, apenas nos deja ver más allá del propio diálogo. El resto del elenco se compone por personajes carismáticos de roles muy definidos que harán de Evans lo que a él por si solo le cuesta transmitir.

Sin lugar a dudas este es el intento menos arriesgado de un gran director alabado por la crítica. Una película que pese a que no deja de sorprenderte por su original puesta en escena y la agilidad de sus secuencias, cuenta, a mi parecer, con un trasfondo popular que la hace más previsible de lo que debiera.

 

Snowpiercer-Rompenieves

Chris Evans como Curtis Everett

primary_Snowpiercer-2013-1

Song Kang-ho como Namgoong Minsu

Snowpiercer-2013-3

 

 

Bon Appétit!

Y hoy estamos todos de suerte porque OchoQuince Magazine estrena segunda temporada.

El Episodio 2×01 de la revista sale hoy a disposición de todo seriéfilo hambriento… nunca mejor dicho en este número degustación donde la violencia es la temática elegida por todos los colaboradores. De nuevo un apoyo desde Mi Mot a estos grandes artistas que extraen nuevos escenarios de la propia ficción televisiva.

No busquéis mi artículo porque en este número estoy ausente, pero aquí me hallo cogiendo así más fuerzas para el siguiente.

… y ahora, ¡qué aproveche!

BON APPÉTIT 2 x 01

Captura