Myanmar, principios del 2016.
Apenas han pasado unos meses desde que la Liga Nacional para la Democracia ganara las elecciones generales expulsando a la Junta Militar del ejecutivo tras décadas de sometimiento.
En este tiempo una nueva Birmania amanece cauta al calor de las posibilidades. Rincones delicados e intactos despiertan del aislamiento abriendo su historia y sus colores a las miradas más curiosas.
De esta manera, he querido retratar este país a través del despertar de sus protagonistas. Una misma tierra que se ve distinta según los ojos que la miren, encontrando el contrapunto en la generación de la persona. Desde miradas curiosas y abiertas, hasta vencidas y concentradas. Y es que hoy los hijos del nuevo contexto entienden la realidad como algo único. Mientras que el resto, que son todavía el todo, abraza con ilusión la nueva alternativa.
MI MOT 